martes, 20 de marzo de 2018

10ª Sesión del Aula de poesía




El pasado día 12 tuvo lugar la 10ª sesión del Aula de poesía de ASPROJUMA, que, como siempre, de la experta mano del profesor García Velasco, nos presentó la vida y obra de la poeta malagueña María Roza Gálvez de Cabrera.

El presidente de ASPROJUMA, Ricardo Hernández Diosdado, abrió el acto, como dijo, de una forma que nuca había empleado ni cuando fallecieron asociados. Dijo que lo más doloroso y cruel que podía suceder era el asesinato alevoso de un niño, y por ello pidió un minuto de silencio en recuerdo de Gabriel Cruz, el niño asesinado en Almería. Tras ese minuto se inició el acto propio del aula.

Muy interesante resultó su biografía, con los datos aportados por el profesor García Velasco, sometida a los avatares de una época convulsa de nuestra historia (XVIII-XIX). María Rosa Gálvez de Cabrera, nace en Málaga en 1768 (algunos dicen que en Macharaviaya) y muere en Madrid en 1806).

Poeta y dramaturga española de la Ilustración y el neoclasicismo. Su obra poética la conforman doce o trece odas escritas en endecasílabos, silvas o romance heroico. Destaca la Oda al Príncipe de la Paz (Godoy) y a las campañas de Napoleón, en la que, si bien exalta las cualidades guerreras de éste, pone de manifiesto los horrores de la guerra. También tiene una abundante producción de comedias y dramas, su teatro trágico comprende ocho obras.

“Algo había en ella de moderno e independiente que inquietaba vagamente a sus contemporáneos varones y no podían entender; fue atacada por consideraciones ajenas a su mérito literario intrínseco (su feminismo, su independencia, su conducta moral ajena entonces a los valores de la época, su relación con Manuel Godoy); la crítica actual, aunque se ha ocupado de su obra, aún no la ha puesto en su merecido lugar”.


Ricardo Hernández presentó a la poeta Alice Wagner, que posteriormente presentó su obra y dio lectura a una buena parte de su poemario.

Alice, hija de padre alemán y madre española, es traductora e intérprete de alemán. Aparte de su amplio bagaje formativo en aspectos psiquiátricos y psicológicos, como amante de la poesía, ha impartido talleres en las bibliotecas públicas municipales de Málaga, ha formado parte de los Certámenes de cartas de amor de cultura del ayuntamiento de Málaga. Ha publicado Adamar la memoria, A tientas, La red, Desde esta orilla. En colectivos: Wallada, Poemas homenaje a la Generación del 27 y a la Academia Iberoamericana de las letras. Ha publicado en la revista Alora la bien cercada y otras. También ha publicado múltiples relatos breves e hiperbreves y forma parte de la “Guía de artistas y escritoras contemporánea andaluzas”. Se considera a sí misma una diletante.

Como siempre, un acto memorable, edificador y difusor de la poesía.

 














domingo, 11 de marzo de 2018

EDUCAR CIUDADANOS, NO SÚBDITOS NI CLIENTES



Ciclo de conferencias. 3ª conferencia

El pasado día 9, viernes, en la sala de juntas del rectorado de la universidad de Málaga, y dentro del ciclo de conferencias que organiza ASPROJUMA, tuvo lugar una excelente conferencia de la mano del catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar, Miguel Ángel Santos Guerra. Abrió la sesión nuestro presidente, Ricardo Hernández Diosdado, y presentó al conferenciante el vicepresidente, Antonio Porras Cabrera. La buena asistencia nos muestra el interés que despiertan, en nuestro colectivo y en la propia sociedad malagueña, estos temas.

Como buen comunicador, el profesor Santos Guerra, nos fue atrapando en su discurso ameno, cargado de anécdotas significativas y precisas, que sostuvo nuestra atención e interés, mientras iba desgranando paso a paso la verdad educativa de nuestra sociedad y la necesidad de educar en la conformación de ciudadanos libres y pensantes.

El tema, "Educar ciudadanos, no súbditos ni clientes", está de rabiosa actualidad, pues si no formamos ciudadanos libres, con criterio personal y capacidad de discernimiento, el mundo estará poblado de súbditos obedientes y sumisos, sujetos ideales para un mercado consumista que nos sigue atrapando, alienados e inmersos como borregos en una sociedad injusta. Esta sociedad no se puede permitir perder la educación en valores democráticos y en libertad responsable, en el desarrollo de esos valores intrínsecos del sujeto y en el desenvolvimiento de la espiral de sus potencialidades, que le lleven a implicarse verdaderamente en la gestión de la cosa pública y la orientación y autoconducción por los caminos de la propia vida. La tecnología pierde su valor humano si no es modulada por la filosofía, por el pensamiento y la ética.

Pensar, y pensar libremente, garantiza la mejora y evolución de la sociedad con la creatividad y el aporte de cada uno de los ciudadanos, que la conforman desde su soberano y crítico pensamiento. Al mismo tiempo los valores sociales, de justicia distributiva, solidaridad, tolerancia y libertad son garantes de una mejor sociedad

APRENDAMOS A PENSAR Y DISCERNIR PARA SER CIUDADANOS SOBERANOS Y NO SÚBDITOS SUMISOS Y CONSUMIDORES COMPULSIVOS. Las ideologías y las religiones están llenas de pastores manipuladores que, con su liderazgo, solo pretenden instaurarse en poder civil o religioso, para su autosatisfacción. Si no somos críticos con ellos acabaremos en sus garras... o, en la mayoría de los casos, no podremos librarnos de ellas.

Desde aquí queremos agradecer al profesor Santos Guerra su interesante y sólida aportación para ampliar nuestra percepción de la realidad educativa de esta sociedad, tantos en los espacios reglados como en el entorno social y la familia. Seguiremos con nuestra oferta de conferencias de interés y esperamos que sean del agrado de los asociados y de los asistentes en general, ya que la entrada es libre.


















Visita al Cementerio de San Miguel


Dentro de nuestra actividad de visita a museos que se viene realizando, en este caso, hemos optado por visitar el pasado día 7 un lugar donde se conjuga la historia de Málaga, su cultura y sociedad con el importante papel de la burguesía del XIX, mediante el culto a la memoria de los que ya nos dejaron y fraguaron, desde el ayer, lo que somos hoy.

De la experta y documentada mano del profesor Francisco José Rodríguez Marín, tal vez la mayor autoridad en el conocimiento de este campo santo, visitamos durante más de dos horas el recinto. Nos fue desgranando su historia y explicando las características de los diferentes mausoleos, su arquitectura y la historia de las familias y los personajes más significativos, cuyos restos descansan en los mismos.

Agradecemos, desde esta página, la dedicación y solvencia de las explicaciones del profesor Rodríguez, así como las atenciones y disposición del señor Jorge Serra que fue quien nos encauzó y facilitó la visita. Gracias a ambos. Pero para dejar en este blog mejores datos de los que yo pudiera hacer constar, transcribo el texto que la Asociación de Amigos del Cementerio de San Miguel, refleja en su página web sobre la historia del recinto (Enlace a la web), en el enlace se podrá observar el texto acompañado de las fotos que exponen para completar la explicación, por lo que aconsejo lo visitéis. Al final pondré algunas fotos de la visita.

--------------------------------
HISTORIA

Como lugar de entierro desde principios del siglo XIX, el Cementerio de San Miguel de Málaga (España) es considerado por los expertos uno de los principales cementerios monumentales de Andalucía y de todo el país. Su fundación obedece, como la de tantos cementerios españoles, a una Real Cédula de 1787 del Rey Carlos III en la que, por razones sanitarias, prohibe seguir enterrando en las iglesias y conventos. El acta de bendición puede leerse en el apartado de documentos.

San Miguel es una de las pocas necrópolis del siglo XIX que ha llegado hasta nuestros días prácticamente intacta: la portada, la capilla, la mayoría de los panteones, las salas de pésame o de velatorios, aunque muy deteriorados, se han conservado desde el siglo XIX.

De estilo neoclásico, el cementerio queda cercado en 1829. Su capilla queda inaugurada en 1837, y es restaurada en 1848 por la familia Heredia. En sus sucesivas distribuciones intervinieron arquitectos municipales como Cirilo Salinas, Rafael Mitjana (1848), José Trigueros (1863).

En su interior, y siguiendo el concepto de cementerio monumental y romántico, las grandes familias de la burguesía malagueña del XIX construyeron panteones en los que utilizaron nobles materiales y que fueron firmados por prestigiosos arquitectos y maestros de obras. El primer mausoleo levantado fue el obelisco en memoria de Salvador Barroso, realizado en 1844 por Cirilo Salinas. Y a él seguirían muchos otros, unos doscientos cincuenta, edificados en los más variados estilos historicistas o eclécticos por arquitectos como Gerónimo Cuervo, José Trigueros, Joaquin de Rucoba, Diego Clavero, Manuel García del Álamo, Manuel Rivera Valentín, Rafael Moreno, Guerrero Strachan, etc.

La escultura, aunque menos numerosa, está presente con una pieza maestra: la tumba de Manuel Agustín Heredia realizada en Italia por Lorenzo Bartolini, que fuera uno de los escultores favoritos de Napoleón. También alberga interesantes obras de Adrián Risueño, Frapolli, Gutiérrez de León, García Carreras. Destacan también las magníficas verjas y rejas de hierro, procedentes de las afamadas ferrerías malagueñas del siglo XIX.

Junto al interés artístico de la necrópolis, está presente en San Miguel la memoria de numerosos hechos históricos y las tumbas de personajes de proyección internacional, que pueden ver en el apartado de personajes ilustres.

Las cofradías también son un hecho diferenciador en San Miguel. El Ayuntamiento, siempre con problemas de liquidez, recurrió a las cofradías y hermandades de la ciudad para lograr el cerramiento del camposanto, y dichas hermandades levantaron con sus paneles de nichos los muros que lo cierran. Muchas de estas cofradías edificaron posteriormente panteones en el propio San Miguel, y vendieron sus nichos a particulares. Entre las cofradías que tuvieron o tienen presencia en San Miguel: Viñeros, Sangre, Buena Muerte, Huerto, El Rico, Paloma, las hermandades de Ánimas de Ciegos, de Santiago, de San Juan, del Sagrario, etc.

Generalmente son las clases acomodadas las que optaron por el enterramiento en nichos, huyendo de la sepultura común, aunque la opinión sobre los nichos varía. Así, en un expediente conservado en el Archivo Histórico Municipal se hace referencia a una Real Orden de 1867 prohibiendo el enterramiento en nichos, orden que pronto cae en el olvido. El Ayuntamiento irá edificando nuevos patios con nichos, generalmente de alquiler, para acoger la demanda de una ciudad en crecimiento.

El cementerio de San Miguel está unido a los últimos doscientos años de la historia de Málaga y numerosos son los acontecimientos de los que ha sido testigo: el entierro del general liberal José María de Torrijos y sus compañeros, fusilados en las playas de El Bulto, y que posteriormente serían trasladados al monumento funerario de la plaza de la Merced; las epidemias, el entierro de destacados personajes de la monarquía, el republicanismo histórico, los enterramientos de la guerra civil, la autonomía andaluza, etc.

Con motivo de la clausura del cementerio en 1987 y de la reconversión posterior en columbario, han desaparecido la práctica totalidad de nichos y tumbas de alquiler, quedando el cementerio reducido a sus actuales dimensiones, que son las de los dos patios monumentales.

El Tribunal Supremo declaró nula la clausura en el año 1992 y reconoció los derechos de propiedad y perpetuidad particulares existentes en el cementerio, aunque no la posibilidad de seguir enterrando en estas propiedades.

En enero de 1996 nace la Asociación de Amigos del Cementerio de San Miguel con el propósito de reivindicar el patrimonio del camposanto y servir de foro de debate entre Ayuntamiento y propietarios para adoptar medidas tendentes a la recuperación de la zona monumental del cementerio.

El 26 de enero de 2003 el Ayuntamiento de Málaga aprueba una moción en la que reconoce la vigencia de los derechos particulares, y admite el uso futuro como columbario de los nichos y panteones de propiedad y perpetuidad.

En el año 2015 la Junta de Andalucía ha incluido el cementerio de San Miguel en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

La Poeta doña María Victoria Atencia, Hija predilecta de Andalucía, compuso este poema
dedicado al Cementerio de San Miguel:

ENTRE LOS QUE SE FUERON

Entre los que se fueron, por estas avenidas
voy más llena que nunca. Roza la primavera
mi piel como un anuncio de lo que se avecine.
Mármoles y naranjos, el rumor de una abeja
y un silencio tan solo comparable al momento
en que van a cruzarse dos predestinaciones.
Narcisos dejaré más allá de esta hora
y que toquen sus pétalos nombres entrelazados.
Fuera de este recinto está el vacío sobre
la ciudad anhelante a cuya luz me encuentro
con el significado preciso de la vida
como un libro que abriese de par en par sus verjas.

María Victoria Atencia

Finalmente, reiteramos nuestro agradecimiento al profesor Rodríguez Marín y al señor Serra Castañeda por su acompañamiento y disposición antes y durante la visita. Gracias, pues, a ambos.