Siguiendo con el hábito de
reseñar en nuestro blog las diferentes actividades realizadas durante el mes
concluido y adornar esa reseña con fotos de los actos realizados, inserto a
continuación los textos, aportados por los coordinadores de cada actividad, correspondientes
al mes de octubre.
Día 7.-
Aula de poesía.
Coordinada
por Antonio García Velasco se celebró la 24ª sesión del Aula de poesía. En esta
ocasión la poeta homenajeada fue Concha Mendez, corriendo a cargo del profesor
Rafael Ávila Cañizares la presentación de su obra y biografía. Durante su
exposición fue desgranando los aspectos más importantes de su vida, como
miembro de la Generación del 27, con lo que compartió inquietudes, conociendo a
Federico García Lorca, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez, Jorge
Guillén, etc. y era amiga de Maruja Mallo. Fue novia de Buñuel y se casó
posteriormente con Manuel Altolaguierre, con quien tuvo su hija Paloma, y que
la abandonó por la cubana María Luisa Gómez más adelante (Altolaguirre murió junto
a María Luisa en una accidente cuando volvían del festival de cine de San
Sebastián, en 1959 en España).
Su obra
poética está recogida en Poemas 1926-1986, Inquietudes (1926), Surtidor (1928),
Canciones de mar y tierra (1930), Vida a vida (1932), Niño y sombras, (1936)
influenciado por la pérdida del primer hijo que esperaba, "El ciervo
herido" y Sombras y sueños (1944), Vida o río (1979), siendo su último
libro Entre el soñar y el vivir (1981). También escribió una decena de obras de
teatro.
Posteriormente,
Ricardo Hernández, presentó al poeta invitado, Alberto Torés García, que
disertó sobre su propia obra y dio lectura a algunos de sus poemas.
Finalmente
se estableció el coloquio habitual con interesantes aportaciones de los
asistentes e intervenciones de los ponentes.
FOTOS:
Día 11.-
Visita guiada a las temporales del Museo Ruso.
Reseña elaborada por Ricardo Hernández
Diosdado.
Con la
asistencia exigua de 9 personas realizamos la visita a las temporales del museo
ruso dedicadas a Anna Ajmátova y Nikolái
Roerich, guiados por la experta guía Natasha, a la que ya tuvimos en otra
ocasión y, que, en esa visita, con su buen hacer, hizo que la felicitara
personalmente y por medio del coordinador del museo José Manuel.
Comenzamos por la sala dedicada a la poeta Anna Ajmátova, de la que la
reseña del propio museo dice:
“La vida y la poesía
de Anna Ajmátova conocieron un antes y un después del terror staliniano. Su voz
de juventud es hedonista, musical y ensimismada, con
vislumbres proféticos de un futuro solitario. Eran tiempos para ella de
acumular experiencias, de brillar en los juegos de seducción, de exprimir el
goce de estar viva. Atraídos por su magnetismo irresistible, entran y salen de
su vida grandes poetas como Mandelshtam o Gumiliov, con quien se casó muy
joven, artistas como Modigliani o eruditos como su segundo marido, Vladímir
Shileiko. El mundo exterior no entraba en su lírica en aquella época sino como
telón de fondo de unas pasiones que elevaba a la categoría
de arte.
Las privaciones de
revolución y guerra, el fusilamiento de Gumiliov, el arresto de su tercer
marido, el historiador Nikolái Punin y, más tarde, el de su hijo iban a forjar
una segunda voz de madurez, más solidaria y doliente, más seca,
más impersonal. En las interminables colas que compartió con las madres,
esposas o hijas de presos alguien le preguntó si podría describir todo aquello.
Puedo, respondió ella, y de esa orgullosa certeza surge Réquiem, el gran poema de las víctimas
del comunismo, el que, prohibido, se transmitió de memoria como un fuego
sagrado. Stalin, que la llamó mitad monja, mitad puta,
ordenó respetarla para someterla a un sádico aislamiento. En su apartamento de
la Fontanka, abandonada de todos menos unos pocos fieles, se convirtió en
una leyenda de resistencia y dignidad.
«La gente, al
evocarla, suele decir que era hermosa. Y no es cierto: era algo más que
hermosa, algo mejor que hermosa».
Gueorgui Adamovich «Mandelshtam decía […] que mirando sus labios se podía oír su voz, que su poesía estaba hecha de su voz y era inseparable de ella. Decía que los contemporáneos que la habían oído eran más afortunados que las generaciones futuras que no la oirían».
Nadezhda Mandelshtam.
«Su sola mirada te
cortaba el aliento. Alta, de pelo oscuro, morena, esbelta y ágil, con los ojos
verdosos de un tigre polar, durante medio siglo la ha dibujado, pintado,
esculpido en yeso y mármol, fotografiado un sinnúmero de personas, empezando
por Modigliani. Los versos dedicados a ella formarían más volúmenes que su obra
entera».
Joseph Brodski,
“¡Oh musa del llanto,
la más bella de las musas!
Oh loca criatura del
infierno y de la noche blanca.
Tú envías sobre Rusia
tus sombrías tormentas
Y tu puro lamento nos
traspasa como flecha”.
Marina Tsvetáieva”.
Recité un par de
poemas de la poeta, que fue expulsada de la Unión Soviética por Stalin por
algún tiempo, y antes expliqué que se casó en 1910 con Nikolái Gumiliov, poeta famoso, promotor
del acmeísmo,
corriente poética que se sumaba al renacimiento intelectual de Rusia a principios
del siglo XX.
Los acmeístas rompían con el simbolismo,
de carácter metafórico, y restablecían el valor semántico de las palabras. Sus
primeros escritos parecen intuir la gran soledad en la que se verá sumergida
años más tarde, después de las trágicas consecuencias de la revolución rusa de 1917. Tras ésta, Anna
se verá afectada, ya que en 1921 su primer marido Nikolái Gumiliov fue acusado de
conspiración y fusilado. Más tarde, su hijo fue también arrestado y deportado
a Siberia.
Y su último marido, Punin, murió de
agotamiento en un campo de concentración en 1938. Los poemas de Anna
se prohibieron, fue acusada de traición y deportada. Por temor a que fusilaran
a su hijo quemó todos sus papeles personales. En 1944 pudo regresar
con su hijo a Leningrado, ciudad devastada tras el asedio nazi.
Los poemas que recité
fueron estos, el primero como despedida al ser exiliada:
Cuando escuches el
trueno me recordarás...
Versión de María
Teresa León
Cuando escuches el
trueno me recordarás
Y tal vez pienses que
amaba la tormenta...
El rayado del cielo se
verá fuertemente carmesí
Y el corazón, como
entonces, estará en el fuego.
Esto sucederá un día
en Moscú
Cuando abandone la
ciudad para siempre
Y me precipite hacia
el puerto deseado
Dejando entre ustedes
apenas mi sombra.
Unos van por un
sendero recto...
Versión de Jorge
Bustamante García
Unos van por un
sendero recto,
Otros caminan en
círculo,
Añoran el regreso a la
casa paterna
Y esperan a la amiga
de otros tiempos.
Mi camino, en cambio,
no es ni recto, ni curvo,
Llevo conmigo el
infortunio,
Voy hacia nunca, hacia
ninguna parte,
Como un tren sobre el
abismo.
Seguidamente pasamos a
la exposición de la obra de Nikolái
Roerich de la en la referencia del muso ruso se dice:
“Nikolái
Konstantínovich Roerich (San Petersburgo, 1874 – Kulú, 1947) fue mucho más que
un excelente artista: promotor de la cultura y la paz, expedicionario,
investigador arqueológico, escritor y figura pública, estuvo en continuo
contacto con intelectuales, científicos y artistas del panorama cultural ruso
de la época. Junto a su esposa Helena, Roerich recorrió toda Rusia para contrastar los estilos arquitectónicos con el contexto histórico;
para ello realizó más de setenta y cinco láminas de dibujo. Inmediatamente
después, en 1904, Roerich pintó su primera obra religiosa. Sus
representaciones se basan principalmente en santos y leyendas de Rusia y el
mundo eslavo, de cuya tradición popular fue un extraordinario
intérprete.
En 1915 conoció al
crítico e historiador Vladimir Stasov, a través del cual se puso en contacto
con un buen número de compositores y artistas. Comenzó a diseñar decorados y vestuario para teatro: trabajó en la compañía
de ballet de Serguéi Diáguilev e ideó la decoración para algunas óperas del
Teatro de Arte de Moscú. En 1920 viajó a Estados Unidos gracias al Instituto de
Arte de Chicago. Al año siguiente, creó el Instituto de las Artes Unidas.
En 1923, junto con su
esposa y sus hijos, emprendió una expedición al Oriente, con el fin de estudiar
las costumbres, idiomas, religiones y culturas de aquellas regiones. El viaje
duró cinco años y los llevó hasta lugares como el Turquestán chino, Altai,
Mongolia y Tibet. Durante aquel recorrido Roerich elaboró aproximadamente 500
pinturas que reflejan la evolución de sus conceptos filosóficos y
su percepción del esplendor de regiones como la del norte de la India.
Terminada la expedición la familia se instaló definitivamente en el Valle Kulú,
en las colinas al pie de los Himalayas, ante una imponente vista.
Un año después de la
expedición, el pintor viajó a Nueva York para la inauguración del Museo
Roerich. Allí retomó un proyecto sobre el que había trabajado unas décadas
atrás. Tomando a la Cruz Roja como ejemplo, propuso un tratado para la protección del patrimonio cultural de
los pueblos. El Pacto Roerich establecía que los
lugares de importancia cultural, los centros educativos, artísticos,
científicos y religiosos debían ser respetados y preservados, tanto en tiempos
de guerra como de paz.
La idea recibió el
apoyo de Romain Rolland, George Bernard Shaw, Rabindranath Tagore, Albert
Einstein, Tomas Mann y otros destacados pensadores. La solemne firma del Pacto
tuvo lugar en Washington, el 15 de abril de 1935, con la participación del
Presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt y representantes de los
20 países miembros de la Unión Panamericana. Posteriormente otros 15 países
firmaron el Pacto. Este tratado aún está vigente y muchas personas, grupos y
asociaciones alrededor del mundo continúan promoviendo el pacto, la bandera y
sus principios fundamentales.
Nikolái Roerich
continuó hasta el final de su vida viviendo en el Himalaya y pintando
infatigablemente los mismos panoramas de montaña, siempre cambiantes bajo
distintas luces, en una obsesión que lo emparenta con el Monet de la montaña
Sainte-Victoire pero que se caracteriza sobre todo por esa dimensión trascendente tan consustancial a la cultura rusa.
La busca de Shambhala, en la mejor tradición de la sabiduría oriental, deviene
viaje interior cuya meta es el autoconocimiento y la revelación espiritual”.
Hicimos un recorrido
por las salas, con las detalladas explicaciones de Natasha; hubo preguntas y
precisiones de los asistentes y yo me permití decir, resumidamente, entre otras
cosas que:
El Pacto Roerich establecía que los lugares de importancia
cultural, los centros educativos, artísticos, científicos y religiosos debían
ser respetados y preservados, tanto en tiempos de guerra como de paz.
En 1954, el Pacto
Roerich sirvió de base para la «Convención Internacional de la Haya sobre la
protección de valores culturales en caso de conflictos armados»; en lo que se
refiere a la bandera especial propuesta por Nikolái Roerich, la Bandera de la
Paz que marca todos los tesoros de cultura y arte como objetos inviolables,
ella, hasta ahora, revolotea en lo alto sobre numerosos centros de cultura y de
instrucción en todo el mundo.
Las ideas del Pacto
quedaron reflejadas, también, en el arte de Nikolái Roerich. Podemos ver el emblema
de la Bandera de la Paz en muchos lienzos suyos de los años treinta. En
especial, al Pacto está dedicado el cuadro «Nuestra Señora Oriflamma».
Me referí asimismo a
Shambhala como el lugar idílico en que consiguió pasar sus últimos días.
Al final de la
extraordinaria visita felicite de nuevo, en nombre de todos los asistentes, a
la experta y simpática guía Natasha. Fue una mañana inolvidable
Texto
y fotos de Ricardo Hernández Diosdado
FOTOS:
Día 18.-
Música en Asprojuma.
Texto de Silvia Olivero Anarte
RESEÑA CONCIERTO 18 OCTUBRE
II CICLO LA MÚSICA CLÁSICA EN
ASPROJUMA
El pasado 18 de octubre
tuvimos la oportunidad de disfrutar del Trío Málaga Doble Reeds con Jaime Gómez
Salguero y Samuel Guarino Molina al oboe y Miguel Ángel González Campos al corno
inglés.
Tras presentar a los tres
músicos Silvia ilustró las características de lenguaje del clasicismo y las
semejanzas y diferencias del lenguaje clásico de Mozart y Beethoven, a partir
de la descripción del gran músico y director de orquesta W. Furtwängler que
describe el barroco de Bach como la Épica y el clasicismo como el Drama,
presentando a Mozart como el Suceder y a Beethoven, al igual que a Haydn como
el Llegar a Ser.
En la introducción a la
primera obra quedó ilustrado el uso de la música llamada divertimento o
serenata como elemento funcional, tanto para su uso en actos protocolarios como
en fiestas públicas o particulares. El trío interpretó el Divertimento nº 5, Kv
229/439b de W.A. Mozart, en sus diferentes movimientos, Adagio, Menuetto,
Adagio, Romance y Polonesa. Málaga Doble Reeds hizo gozar al público que rompió
en merecidos aplausos al disfrutar de la belleza tímbrica de la obra,
perfectamente expresada, tanto en sus equilibrios, la destreza de sus aspectos
rítmicos, la claridad de sus texturas y la belleza melódica en línea con la
pureza y la dulzura.
La siguiente obra, de
Beethoven, el Tema con variaciones basado en la melodía del aria La ci darem la
mano de W.A.Mozart, hizo confluir a los dos autores. Silvia Olivero presentó la
obra cantando el aria que se reconoce a lo largo de cada una de las
variaciones, tras recitar la traducción de su texto, junto a Miguel Ángel
González, semiescenificando el diálogo entre Don Giovanni y Zerlina durante el
aria. Málaga Doble Reeds nos hizo sentir la presencia del aria en cada una de
las variaciones, mostradas previamente en pantalla, dando voz al negro sobre
blanco del compositor. Quedó patente el talento, la calidad y la
profesionalidad de los tres músicos que traspasaron lo impreso en cada
partichela individual, haciéndola trascender al todo integrado u magníficamente
interpretado.
A modo de bis nos regalaron un
arreglo instrumental de Les Toreador, de la ópera Carmen de G. Bizet. Silvia
Recitó el texto que originalmente cantaría Escamillo, el torero enamorado de
Carmen y dio paso a la escucha de la obra. El trío llevó al público a la cima
del acto, con la frescura de la obra expresada en sus diseños melódicos y
rítmicos, acabando con el aplauso de un público agradecido por tan bella música
y por el elevado nivel de los intérpretes.
Posteriormente llevamos a cabo
el coloquio, iniciado por una exposición por parte del presidente de Asprojuma,
Ricardo Hernández, sobre la historia del oboe y el corno inglés. El coloquio
prosiguió con algunas preguntas, como las expuestas por Antonio Porras sobre la
diferencia entre el clarinete y el oboe, y la duda que inevitablemente se
presenta al pensar cómo Beethoven pudo seguir componiendo a pesar de su pérdida
progresiva de audición, hasta la sordera total. Participativo coloquio en el
que asistentes y músicos interactuaron.
FOTOS:
Día 22.- Libro
Fórum. Presentación de la novela Aura de Carlos Fuentes por Jesús Lobillo.
Coordina: María Jesús
Albarracín Gallardo.
Reseña Previa del presentador:
"Aura" de Carlos
Fuentes. Este autor es un diplomático mejicano muy conocido y muy unido a
Europa en general y a España en particular y al que le recompensaron con
diversos premios.
La obra, publicada en el año
1965, es una novela corta, que no alcanza ni a setenta páginas, ambientada en
Ciudad de México en la que un anodino profesor con escasos recursos acierta a
encontrar una increíble oferta de trabajo hecha a su medida, en la que al
acudir a reclamar el puesto entra en un mundo oscuro, misterioso y diferente
del que ya no puede salir mientras dure el contrato, y en donde, aparte del
trabajo que se le pide que consiste en traducir y completar las memorias del
difunto general marido de la señora que le contrata, descubre que en aquel
mundo lóbrego vive además una sobrina de la señora de extraordinaria belleza de
la que se prenda de inmediato mostrándose dispuesto a rescatarla de aquel
ambiente en el que no duda que está retenida por la fuerza.
En lo que es una exaltación
del "realismo fantástico" asistimos a un juego de simulaciones
comparativas entre los personajes de la novela y los hechos reales que nos
sumergen en un mundo onírico que debemos interpretar. La novela está cargada de
una enorme y profunda simbología que trataremos en la discusión.
Resumiendo representa la
manifestación de un lamento por la pérdida de la belleza y de la fertilidad,
que entraña un reconocimiento de la mujer y de sus capacidades de ensoñación e
imaginación y sobre todo de reproducción, en contraposición al mundo del hombre
que es mucho más pobre y que solo es capaz de desarrollarse como un cazador.
El libro es fácil de localizar
pues puede leerse en internet solo con marcar el título y acaso el autor, y se
encuentra en muchas librerías y bibliotecas públicas, pues no en balde es una
de la más celebradas obras de su autor.
Comienza la tertulia, a la que asistieron 17 tertulianos,
detallando el presentador la biografía y bibliografía del autor, asimismo un
minucioso y estudiado desarrollo del contenido del libro.
Al finalizar la presentación
se inician las distintas intervenciones de los asistentes, comenzando Ricardo
Hernández, quien ofrece una entrevista en video del autor en que este habla de
su obra.
A continuación, Ricardo, explica lo siguiente:
A unos veinte minutos de San
Cristóbal de las Casas en el estado de Chipas de México se ubica un pequeño
pueblo llamado San Juan Chamula. El sitio está habitado por una comunidad
tzotzil, famosa por su bravura y por el fervor con que, sincréticamente, ejerce
sus creencias religiosas.
Los tzotziles de los Altos de
Chiapas son uno de los grupos que guardan más celosamente su identidad y sus
tradiciones.
Los chamulas y otros pueblos
tzotziles lucharon incansablemente contra los españoles. El catolicismo tuvo
que dar su brazo a torcer frente a la religión maya, donde predomina el culto a
las fuerzas de la naturaleza, a los animales y a los astros.
En Chamula no entra la policía
municipal, no se pagan impuestos ni se acepta el cambio de horario. Además, los
foráneos deben dejar el lugar alrededor de las seis de la tarde.
En la iglesia del pueblo,
dedicada a San Juan Bautista, a diferencia de la mayoría de iglesias esta está
llena de notables, particularidades.
El piso, sin bancos o algún
otro lugar para sentarse, está lleno de hojas de pino recién cortadas, ya que
los locales acostumbran a rezar de rodillas. En cambio, hay hileras de velas
encendidas, cuya luz contrasta con una semioscuridad que impregna la atmósfera
de misterio. En las paredes destacan las figuras de distintos santos, solo que
a diferencia de su atuendo tradicional algunos portan vestimenta indígena, y
todos están adornados con espejos y cintas de colores.
Lo verdaderamente peculiar del
recinto radica en las prácticas que ocurren en su interior. Los que acuden a
orar entran literalmente en un estado de trance, meciéndose rítmicamente sobre
sus rodillas, envueltos en humo de copal u otras resinas, arrodillados frente a
velas y, en algunos casos, bebiendo gaseosas, sobretodo Coca Cola, para
entrelazar sus plegarias con eructos. Según la creencia local, esto ayuda a
expulsar los malos espíritus que habitan dentro de uno y, una vez acelerada la
purificación, entonces se facilita la comunicación con los santos a quienes se
está encomendando.
También se conciertan en su
interior consultas de chamanes o curanderos (en su mayoría mujeres) con
pacientes que buscan sanar alguna dolencia física o espiritual. Con frecuencia
se realizan rituales, generalmente asociados a ofrendas, durante los cuales
incluso se registran sacrificios de gallinas como una ofrenda a los santos.
En Chamula no hay un sacerdote
católico. Sólo llega uno de San Cristóbal cada ocho días a oficiar misa; sin
embargo, la iglesia de San Juan Bautista se mantiene abierta todos días y a
toda hora. En la iglesia tampoco hay un confesionario. Los chamulas se
confiesan frente a la imagen de su devoción. Cada imagen tiene uno o dos
espejos colgados frente a ellas, así los pecados se confiesan ante la única
persona a la que es imposible mentirle, uno mismo. Ciertos santos están
representados por animales y sobre la importancia ritual de los astros como el
sol, la luna y Venus.
La intensa mixtura de
creencias que confluye en San Juan Chamula resulta de un influjo católico,
producto de la evangelización durante la colonia, en coexistencia con un tenaz
misticismo originario, en este caso maya. Y si bien la religión en México
difícilmente escapa una cierta dosis de sincretismo, en este caso las raíces
prehispánicas cedieron mucho más terreno, lo que origina una surreal, y única,
manifestación de la religiosidad de un pueblo.
Esto da la clave de por qué
Aura solo pudo ser escrita por un mexicano.
Luego dijo lo siguiente:
Fuentes escribió esta novela
de un tirón, en 1962, cuando todavía se hallaba bajo el efecto hipnótico del
film Ugetsu Monogatari (Cuentos de la luna pálida de agosto), de Kenji
Mizoguchi. Inspirándose, a su vez, en un relato gótico de Guy de Maupassant («Décoré»),
el cineasta japonés había elegido un escenario de niebla, violencia y silencio
para desplegar, en un contexto medieval, el tema de la ambición y la lujuria de
un hombre. La necrofilia, la imposibilidad de discernir sueño y vigilia, el
vínculo elusivo entre sexualidad y poder, la mujer duplicada (dos figuras
femeninas tratan de seducir a Genjuro) y las sorpresas de un tiempo no lineal
están allí presentes sin remedio.
También Aura, podría decirse,
respira esas atmósferas turbias, un poco sucias, que surgen en los recintos
donde cunde el deseo. El procedimiento con que está escrito es extraño: en
segunda persona del singular. Pero hay un motivo evidente: como ocurre en La
modification, de Michel Butor, hay un tú (cada uno de nosotros, al momento de leer)
que es convocado en una trama, ya de por si saturada de dobles, a identificarse
con la pesadilla de quien narra.
Este tipo de triángulos -con
un cuarto participante implícito- no es inédito en la literatura fantástica.
Basta pensar en Los papeles de Aspern, de Henry James, cuya trama -dispuesta
contra la melancolía de Venecia- incluye también a una tía y a una sobrina, y
un cofre con los secretos de un poeta famoso que el crítico-narrador ansía
publicar.
Tampoco son inusuales las
víctimas del amor ni las figuras famélicas de juventud. «Una rosa para Emily»,
de William Faulkner, que pone en escena a una vieja enamorada de un cadáver en
un clima de confederados y unionistas, es un caso memorable. También lo son los
dos cuentos de Edgar Allan Poe, «Ligeia» y «Morelia», cuyas protagonistas
femeninas, «amadas, augustas, hermosas y sepultas», llegan y se van como
sombras.
La novela está llena de
simbolismo por el cual confrontamos la unión entre la fantasía y lo tangible.
Fuentes le lleva el lector a un mundo de telarañas y jardines, ratas y bonitas,
juventud y vejez, el pasado y el presente, luz y sombras, vida y muerte.
La resurrección de la carne y
la salvación de Aura-Consuelo tienen lugar a través de la unión carnal de los
amantes, gesto que anula la temporalidad cotidiana y desafía la muerte, pues se
alcanza un renacimiento o una renovación continua a partir de la experiencia
amorosa.
El motivo de la vuelta o del
regreso del espectro es de suma importancia en la novela, pues se encuentra
vinculado al fantasma de Aura y a la espera de su aparición. Por primera vez,
el vocablo "volverá" se emplea en el texto para aludir a la ausencia
de Saga, la coneja que es la compañía de la viuda, quien afirma en un diálogo
con Felipe que el animal va a regresar; y de inmediato, el narrador destaca la
relevancia del concepto del retorno que vincula al acto de conjurar, es decir,
de hacer aparecer o volver, cuando declara "pero esa palabra volverá
vuelves a escucharla como si la anciana la estuviese pronunciando en ese
momento". Más adelante, en el pasaje en que la anciana se dirige al joven
historiador para reiterar que, según le había informado antes, "Aura. Mi
compañera. Mi sobrina." Había regresado, vemos cómo el tema recurrente de
la vuelta está vinculado al de la espera, ya que Consuelo insinúa la inminencia
de la reaparición de Aura, porque tanto ella como Felipe aguardan el regreso
del espectro.
El historiador aguarda el
retorno del espectro que Consuelo puede convocar, pero ella misma le confiesa
que la joven no volverá porque: "Estoy agotada. Ella ya se agotó. Nunca he
podido mantenerla a mi lado más de tres días"
Por lo tanto, siguiendo la
confesión de la propia Consuelo, Aura se constituye en un doble del fantasma de
la tía, esto es, la sobrina es un fantasma del fantasma, lo cual implica que es
una encarnación que posee un cuerpo prestado en un intento de reapropiarse de
la vida.
Felipe medita acerca de la
relación entre la tía y la sobrina, quienes actúan de forma simultánea cuando
están juntas porque "hacen exactamente lo mismo: se abrazan, sonríen,
comen, hablan, entran, salen, al mismo tiempo, como si una imitara a la otra,
como si de la voluntad de una dependiese la existencia de la otra"
El juego de la seductora
consiste en decepcionar al otro al mismo tiempo que exalta el deseo de Felipe
por medio de su aparición que va siempre acompañada de la inminencia de su
desaparición
En el transcurso del relato se
dan tres encuentros amorosos en los que se consuma la unión carnal de los
amantes, lo cuales coinciden, por un lado, con los tres folios de los
manuscritos del General Llorente que la viuda le entrega a Felipe para su
lectura y revisión y, por otro, con el ciclo de vida de la sobrina: niña, mujer
madura y anciana.
El primer encuentro erótico
entre Felipe y Aura se da cuando el historiador despierta de una pesadilla en
la que sueña con la figura fantasmagórica de unas manos descarnadas que avanzan
hacia él llevando una campana y con un "rostro de ojos vaciados".
Estas imágenes corporales de unas manos esqueléticas y de una faz que carece de
ojos nos remiten al cadáver en descomposición de la anciana, y de ahí que esté
implícito que Consuelo está muerta; incluso el propio Felipe
La sobrina despierta a Felipe
de la pesadilla tomando la iniciativa del juego erótico al recorrer con sus
besos el cuerpo entero del amante, quien no alcanza a "verla en la
oscuridad de la noche sin estrellas", percatándose de su presencia sólo a
través de los sentidos del olfato y del tacto, pues siente "en sus brazos
la piel más suave y ansiosa"
El encuentro erótico culmina
en una especie de rito de iniciación que somete al amado a las reglas propias
del juego de la seductora, cuya exigencia ritual sella un pacto entre los
amantes.
Y que se resume en la
aseveración de Aura que clausura la primera experiencia amorosa: "Eres mis
esposo", a lo cual Felipe asiente
El segundo encuentro amoroso
entre Felipe y Aura se puede calificar como un erotismo de lo sagrado, ya que
en la fusión carnal de los amantes convergen la intimidad sexual y lo
religioso, y de esa forma se sacraliza el acto erótico. Una ceremonia ritual
que nos remite a la Pasión de Cristo preside la unión de la pareja y el acto
carnal se presenta como una ceremonia de comunión entre los participantes.
"Recostado, sin voluntad,
piensas que la vieja ha estado todo el tiempo en la recámara", y esta
aparición de la anciana está relacionada con la identidad problemática del
espectro del deseo, ya que en este punto del relato las figuras de las dos
mujeres, tía y sobrina, comienzan a coincidir en un mismo espacio: la recámara
de los amantes.
Y se presenta como una mujer
madura de más o menos cuarenta años de edad. El acto ritual de los amantes
comienza con un lavatorio o purificación, en el que Aura le lava los pies a
Felipe mientras dirige su mirada al Cristo de madera negra:
La ceremonia erótica termina
con un acto de comunión similar al rito religioso de recibir los fieles la
Eucaristía que se celebra durante la misa cristiana.
Aura oficia como sacerdote y
consagra un "trozo de harina delgada" que coloca "contra los
muslos cerrados", sobre los que quiebra la oblea y en un acto de comunión
le ofrece a Felipe la mitad que "tú tomas, llevas a la boca al mismo
tiempo que ella"
"Aura se abrirá como un
altar". A través de esta ceremonia, la pareja participa del misterio de la
comunión que supone la unión de los amantes en un solo ser, pero también se
establece un paralelismo entre el cuerpo de Aura y el de Cristo, ya que por
medio de la consagración de la hostia se transforma en el cuerpo del Redentor.
Por lo tanto, en esta escena convergen el sacrificio de la misa, es decir, la
muerte de Cristo en la cruz y su resurrección, con el acto de amor humano, lo
cual implica que a través del rito de la comunión los amantes se redimen. La
salvación de ambos es la promesa de amor eterno que logra vencer la muerte al
anular la temporalidad finita del acontecer humano. El encuentro erótico acaba
con un pacto en el que Aura y Felipe se juran amor eterno: la mujer se dirige a
su amante y le pregunta: "¿Aunque muera, Felipe? ¿Me amarás siempre,
aunque muera?", a lo que éste asiente diciendo: "Siempre, siempre. Te
lo juro. Nada puede separarme de ti"
La sacralización del acto
amoroso, esto es, la unión sexual en tanto comunión, que se da en el segundo
encuentro entre los amantes, brinda a Felipe un conocimiento superior de sí
mismo y de la dimensión temporal de la existencia humana. Dicha comunión tiene
el poder de hacer sensible una identidad profunda que antes del acto erótico se
hallaba oculta, pues Felipe examina unos antiguos retratos y en la tercera foto
ve a Aura y al General sentados juntos en un banco y llega a la conclusión de
que "Aura no se verá tan joven como en la primera fotografía, pero es
ella, es él, es... eres tú". El historiador descubre que él es idéntico al
difunto General Llorente, pues sus facciones son las mismas y que su verdadera
identidad pertenece al otro, y ahora a través de la vía amorosa o la fusión de
los amantes, puede abandonar la máscara y reemplazarla con "tu verdadera
faz, tu rostro antiguo"
No volverás a mirar tu reloj,
ese objeto inservible que mide falsamente un tiempo acordado a la vanidad
humana, esas manecillas que marcan tediosamente las largas horas inventadas
para engañar el verdadero tiempo"
El tercer y último encuentro
erótico se constituye en la epifanía de lo inasible, que se puede definir como
la apropiación de lo que debe permanecer inapropiable. El gesto de apropiarse
de lo que es inasequible, en particular, nos referimos al intento de asir lo que
está muerto, es precisamente lo que requiere la fuerza más grande, incluso el
poder de la magia
El general revela que su
esposa poseía un conocimiento oculto al que llegó a través de la magia, que le
permitía reencarnar en su imagen juvenil, pues en los manuscritos menciona el
uso de brebajes y el cultivo de plantas que le daban el dominio de un poder
extraño, y además alude a los sacrificios de animales, víctimas inmoladas que
incitaban al amor. Consuelo se vale de la magia para propiciar sus encuentros
eróticos y descubrir a su marido muerto en la reencarnación del historiador, a
quien atrae con sus poderes de hechicera.
La misma Aura le enseña a
Felipe que la verdad de la vida se revela en la muerte cuando le dice:
"Hay que morir antes de renacer...", lo cual sugiere que el tiempo
cronológico se anula y en su lugar se instaura la eterna repetición cíclica que
permite una cadena de reencarnaciones en que los amantes se podrán encontrar.
Felipe ama a una mujer
radicalmente separada de él, al fantasma de Eros que le precede a la tumba, ya
que aunque al principio no lo sabía Aura-Consuelo ya estaba muerta
El tercer encuentro amoroso
entre los amantes ocurre cuando Felipe se convierte en la reencarnación del
General Llorente, y de esa forma llega a conocer y a amar a Aura-Consuelo
viviendo la experiencia erótica como una aprobación de la vida hasta en la
muerte. La unión de los amantes hace evidente que la muerte es signo de vida,
pues se muestra como una abertura a lo ilimitado y se traduce en la posibilidad
de una renovación incesante o de un eterno retorno.
El acto carnal en tanto
comunión entre los participantes sella un pacto de amor eterno, el cual otorga
a los amantes el derecho de regresar vivos porque la resurrección de la carne,
esto es, de los amantes en tanto seres corporales, implica que los cuerpos
resucitados regresarán a las almas en un ciclo de renovación incesante. En el
siguiente pasaje, el retorno de la muerte se hace posible en el instante del
acto erótico, ya que los amantes celebran la unión inefable entre lo corpóreo y
lo incorpóreo, entre el alma y el cuerpo, y en la experiencia amorosa se anula
el devenir temporal para instaurar el eterno presente: "verás bajo la luz
de la luna el cuerpo desnudo de la vieja, de la señora Consuelo, flojo,
rasgado, pequeño y antiguo, temblando ligeramente porque tú lo tocas, tú lo
amas, tú has regresado también..."
Comentario personal de la Coordinadora:
Novela de suspenso e intriga,
con un contenido raro, desconcertante y un final espeluznante.
El texto explora todos los
elementos del grupo literario del Realismo Mágico.
Publicada en el año 1962. Es
un texto narrado en segunda persona con prosa exquisita y un maravilloso
ambiente de misterio y romanticismo gótico en interiores, que liga a Edgar
Allan Poe con las hermanas Bronte.
La historia es intrigante,
llena de detalles en una atmósfera turbia, enrarecida, inmersa en tinieblas,
con rasgos sobrenaturales, que liga memoria y presente en una reunión y fusión
de identidades de notable interés.
La dualidad exhibida y la
evocación del difunto prevén la conclusión, predecible y un tanto abrupta.
Contiene una atmósfera de sombras y ecos donde está manifiesto el tema de la
verdadera identidad, el amor vuelve a unirse, por encima del tiempo, a través
del mal y la muerte.
Aura es más que una historia
que explora lo sobrenatural y un encuentro entre la frontera de la irrealidad y
lo tangible y donde el horror engendra la hermosura.
(Texto María Jesús Albarracín, Jesús Lobillo y
Ricardo Hernández.)
FOTOS:
Día 23.-
Cine fórum. El Gran Carnaval
El pasado día 23 de octubre tuvimos una nueva
sesión de cine fórum con la proyección de la película “El Gran Carnaval” de
Billy Wilder.
Por no haber podido conseguir
el salón más que en este día, y dándose la circunstancia de que su coordinador
y presentador habitual, Carlos Navarro, tenía que estar en esa fecha en
Sevilla, hube de encargarme yo de la presentación. Lo hice con un Power point
en que analicé con detalles biográficos y filmográficos, y con fotos de sus
películas, al director de la misma Billy Wilder y a su actor principal Kirk
Douglas, así como la película que era “El Gran Carnaval”, cuya proyección de
hizo inmediatamente. Este fue el texto que comenté como complemento del Power
Point:
“Billy Wilder nació en Sucha,
Galitzia, Imperio austrohúngaro (actual Polonia.). Fue cronista en periódicos
de Berlín. De origen judío a la llegada de Hitler se traslada a Paris. Allí
trabaja en algunas películas y se va a Nueva York con Peter Lorre. Fue
guionista para la Paramount y colabora con Lubitsch. Como guionista Wilder
escribió 60 argumentos, y como director realizó 26 películas. Fue galardonado
con seis Óscar, tras haber sido nominado en 21 ocasiones. Fue el primer
cineasta en ganar tres Premios Óscar en una misma película, con El Apartamento,
de 1960. Película, director y guionista. Es el rey de la comedia y colabora con
el otro grande Lubitsch y sigue la línea de Frank Capra y George Cukor
Comedias
Primera plana, ¿Qué ocurrió
entre mi padre y tu madre?, En bandeja de plata, Bésame, tonto, Irma la dulce,
Uno, dos, tres, El apartamento, Con faldas y a lo loco, La tentación vive
arriba, El mayor y la menor, Sabrina.
Dramas o melodramas
Testigo de cargo, El héroe
solitario, Traidor en el infierno, El gran carnaval, El crepúsculo de los
dioses, Berlín Occidente, Días sin huella (Óscar), Perdición, Cinco tumbas al
Cairo
Nominación al óscar como
guionista de películas que dirigió otro: a destacar: Ninotchka de Lubitsch y
Bola de Fuego de Howard Hawks. En el resto de la suyas hubo muchas nominaciones
Kirk Douglas
Issur Danielovitch Demy
(Ámsterdam, Nueva York; 9 de diciembre de 1916), Sus padres eran campesinos
judíos, procedentes del Imperio ruso, hoy Bielorrusia. Después de la actriz
Olivia de Havilland es el superviviente más longevo de los actores. Por unos
meses. 103 años. En la universidad de St. Lawrence se graduó en letras con un
título de «Bachelor of Arts. Cuando decidió dedicarse al cine Lauren Bacall le
ayudó mucho y le presentó a diversas personas de influencia en Hollywood. Kirk
se hizo conocido por su temperamental carácter y sus ideas de izquierda. Nunca
ganó un óscar debido a sus tendencias izquierdistas conocidas; sin embargo, fue
galardonado en 1996 con un Oscar honorífico. Tuvo múltiples romances y dos
matrimonios y el segundo aún le dura y su mujer casi tiene cien años. El loco
del pelo rojo (Van Gogh) (1956), significaría para Douglas el reconocimiento de
la crítica. Nominado al óscar lo ganó en la categoría de actor secundario
Anthony Quinn, como Gauguin. En 1955, Douglas fundó su propia productora
cinematográfica, Bryna, que era el nombre de su madre, lo que le dio mucha
influencia. Volvió a la producción con Espartaco, contrató a Dalton Trumbo para
el guion y consiguió (con la ayuda de Charles Laughton y Lawrence Olivier) que
su nombre apareciese en los créditos, pese al veto al que el guionista estaba
sometido pues era uno de Los diez de Hollywood por la ley Mcarty. En 1996
sufrió una apoplejía que le privó del habla y le dejó prácticamente paralizado.
En la película de 2003 “Cosas de Familia” trabajó junto a su hijo Michael.
Películas
Carta a tres esposas, El ídolo
de barro, El gran carnaval, Brigada 21, Cautivos del mal, Veinte mil leguas de
viaje submarino, El loco del pelo rojo, Duelo de titanes, Senderos de gloria,
El último tren de Gun Hill, Espartaco,
Tres herederas, Siete días de mayo, El compromiso, El día de los
tramposos
El Gran
Carnaval
Es la única colaboración de
Douglas y Wilder, crítica al mundo del periodismo sensacionalista crítica
también prensa y política. "Primera Plana" continuó la denuncia más
en clave de comedia. Era remake de Luna Nueva de Howard Hawks. Recientemente ya
tuvimos un carnaval de los grandes montado en Algarve (Portugal) en 2007 que
luego se trasladó a Londres por la desaparición de la niña Madeleine MacCann.
Basado en un hecho real ocurrido en los años 20, cuya verdadera víctima fue un
minero en Kentucky, que quedó atrapado en una mina y el periodista que cubrió
la noticia recibió el premio Pulitzer por ello.
En Málaga hay que recordar el asunto del niño Julen y también una
excavación paralela en este caso justificada. Wilder recordaría años más tarde
que la película fracasó en taquilla porque en 1951 todavía el público creía que
los periodistas eran gente honesta. Wilder estaba separado de su habitual
co-guionista, Charles Brackett y Walter Newman, le dio la idea, La Paramount
cambió el título original, "Ace in the hole" ("El as en el
agujero"), por el más ligero "El gran carnaval", pero no sirvió
de nada. Costa-Gavras le rindió su particular homenaje con Mad City (1998). Es
uno de los films preferidos de Woody Allen. Más de 40 años después "El
gran carnaval" recibía los aplausos que en su día se le negaron.
Se sirve del estilo "Noir"
para mostrar una crítica feroz a la sociedad estadounidense en uno de los
momentos más críticos de la caza de brujas. Las más bajas pasiones: el ansia de
fama, poder y dinero, la cobardía, la mentira, el egoísmo, el exceso de
control, la estupidez y la lujuria pueden llegar a gobernar los actos de gente
corriente. Utiliza la voz en off, como también en Perdición, en La Tentación
Vive Arriba, en Irma la Dulce y en El Crepúsculo de los Dioses. Fue nominada al Oscar al mejor guion y ganó
el premio en Venecia al mejor director. La fotografía, de Charles Lang, se
recrea en planos elevados y profundos muy detallados, movimientos
multitudinarios y ambientes concurridos. Hay en ella más de mil extras y unos
400 vehículos. El argumento es sencillo: un hombre ha quedado sepultado bajo
una montaña sagrada india. Los espíritus indios le han castigado por adentrarse
en territorio sagrado y el hombre estará una semana sepultado hasta que los
equipos de rescate puedan acceder hasta él. El periodista Charles "Chuck"
Tatum (Douglas), tras ser despedido de su último empleo, recala en la redacción
de un diario local "Albuquerque Sun-Bulletin" y aprovecha la
situación para hacerse famoso y dejar su trabajo en un periódico de
Alburquerque e irse a otro de Nueva York. Tatum es arrogante, embustero,
cínico, manipulador y alcohólico. Manipula al sheriff local, a los ingenieros
de rescate y a la mujer del hombre sepultado con tal de que su noticia se
alargue lo máximo posible, hasta que aquello se convierte en un verdadero circo
de turistas y comerciantes, sobre los que Tatum tiene un control absoluto. El
resto de la prensa también tiene las manos atadas ya que el Sheriff no les deja
hacer su trabajo”.
Anteriormente había enviado a todos la siguiente reseña:
“Fue la novena película de
Billy Wilder como director y también la produjo. Escribió además el guion en
colaboración con Lesser Samuels y Walter Newman. Basada en hechos reales, se
rodó en exteriores de Nuevo Méjico y Los Ángeles y en los platós de los
estudios Paramount. Costó 1,8 millones de dólares. Fue nominada al Oscar al
mejor guion y ganó el premio en Venecia al mejor director. La música, de Hugo
Friedhofer, mezcla melodías estridentes descriptivas y otras armónicas
ambientales. Añade dos canciones: “The Hut-Sut Song” (de Benedict y Douglas) y “We’re
Coming, Leo” (vocalista y banda). La fotografía, de Charles Lang, se recrea en
planos elevados y profundos muy detallados, movimientos multitudinarios y
ambientes concurridos. Hay en ella más de mil extras y unos 400 vehículos.
El argumento es sencillo: un
hombre ha quedado sepultado bajo una montaña sagrada india. Los espíritus
indios le han castigado por adentrarse en territorio sagrado y el hombre estará
una semana sepultado hasta que los equipos de rescate puedan acceder hasta él.
El periodista Charles “Chuck” Tatum (Douglas), tras ser despedido de su último
empleo, recala en la redacción de un diario local “Albuquerque Sun-Bulletin” y
aprovecha la situación para hacerse famoso y dejar su trabajo en un periódico
de Alburquerque e irse a otro de Nueva York. Tatum es arrogante, embustero,
cínico, manipulador y alcohólico. Manipula al sheriff local, a los ingenieros
de rescate y a la mujer del hombre sepultado con tal de que su noticia se
alargue lo máximo posible, hasta que aquello se convierte en un verdadero circo
de turistas y comerciantes, sobre los que Tatum tiene un control absoluto. El
resto de la prensa también tiene las manos atadas ya que el Sheriff no les deja
hacer su trabajo.
La acción tiene un prólogo
situado en Albuquerque y un relato de seis días que se desarrolla en
Albuquerque y Nuevo Méjico. El film mezcla los géneros de drama y crimen. Billy
Wilder lo realiza en un gran momento, entre “El crepúsculo de los dioses”
(1950) y “Traidor en el infierno” (1953). Es la única colaboración con Kirk
Douglas.
La obra está narrada desde el
punto de vista de Tatum. Este hecho refuerza los efectos derivados de la
ausencia de protagonistas simpáticos o amables con los que el espectador se
pueda identificar. La obra teje un entrelazado de culpabilidades y
complicidades, que afectan a casi todos. Los dardos críticos se dirigen a los
medios de comunicación, a los profesionales de la información, a los políticos
y al público, que con su demanda determina formas y contenidos informativos.
Tatum es mostrado como devorador voraz de noticias morbosas, aficionado al
voyerismo de desgracias ajenas y dado a asociar la propia insensibilidad con
aires de recreo y fiesta. El film condena el amarillismo, la manipulación y
tergiversación de la verdad, las ansias de protagonismo y poder, la codicia, la
traición y la corrupción.
Se inspira en dos hechos
reales, el de Floyd Collins y el de Kathy Fiscus. La mano de Wilder se advierte
en muchos detalles: vendedor de seguros, compañía Pacific All-Risk Insurance
(la de “Perdición”), extraño encendido de la cerilla (sobre máquina de
escribir), rubia platino maléfica, chispas de comicidad visual (tropiezo con
cabo tienda de campaña), tren, etc. Es uno de los films preferidos de Woody
Allen. El plano final es magnífico. Con buenas interpretaciones y excelente
guion, resulta un drama muy sólido que dará origen sin duda a un interesante
coloquio”.
Tras la proyección hubo, como
ya presumía en la reseña, un animado coloquio en que intervinieron casi todos,
en especial sobre las actitudes y comportamientos de la prensa, en la época del
filme y ahora, y también en España. Moderé el coloquio e hice breves
aclaraciones o aportaciones.
Texto: Ricardo Hernández.
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Día 24.- Excursión a Marchena
En esta ocasión hemos visitado
Marchena, una localidad de la provincia de Sevilla cargada de historia. Ubicada
en la campiña de Morón y Marchena, tiene una población cercana a los 20.000
habitantes, cuyo gentilicio es Marchenero-ra.
Marchena está marcada, como
casi toda Andalucía, por aquellas guerras de la llamada reconquista, donde la
religión, en alianza con el poder político y militar, ejercía un papel
fundamental en la consolidación de la conquista y la implantación de su credo y
dogma como forma de dominio y conquista de las tierras de los infieles a
someter y adoctrinar. Por tanto sostenía el espíritu de la lucha para dominar,
por parte de los poderes del momento, a las tierras y los pueblos. La religión
era la argamasa que sostenía la estructura del poder y los valores sociales que
pregonaba el vencedor, tal como queda de manifiesto en su patrimonio cultural.
Ello permitió que haya
infinidad de testimonios de aquellos tiempos plasmados en los monumentos, la
arquitectura civil y militar y, sobre todo, en la religiosa, con impresionantes
templos que atesoran grandes obras de arte y que, en sí mismos, son ya una gran
obra arquitectónica. Mientras los castillos y fortalezas se han ido derrumbando
y demoliendo por el descuido y la erosión del tiempo al ser innecesarios para
la función que fueron creados, salvo los que se han reconvertido para otra
función como la hostelería, las iglesias han mantenido su vigencia y persisten,
y aumentan, sus valores artísticos y monumentales.
Cualquier visita turística a
una localidad con riqueza cultural que se precie, ha de incluir varios frentes
o motivos; por un lado sus monumentos religiosos, civiles y militares, por otro
su arquitectura urbana y, cómo no, sus museos históricos y artísticos, junto a
su gastronomía y otras ofertas atrayentes para los visitantes. Hay otros
aspectos a considerar que no son tangibles y que un buen guía nos puede ir
desgranando, como son los hábitos y costumbres, las fiestas y eventos
culturales, religiosos y de ocio que sean propios de la localidad.
Sobre Marchena y su historia tomo de internet algunos textos:
“Los primeros asentamientos datan de la época prehistórica. Se han
encontrado yacimientos de la época del Bronce y cerámica campaniforme.
De la época romana son numerosos los yacimientos arqueológicos
encontrados. Se barajan varios nombres de su asentamiento: Castra Gemina, Cilpe
y Colonia Marcia.
Durante el periodo de Al-Andalus se llamó Marssen"ah. De esta
época es el recinto fortificado del primitivo núcleo de población que se
conserva en buena parte.
La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III en el año
1240. Es donada en 1309 a Fernán Pérez Ponce de León.
Durante los siglos XV y XVI los duques de Arcos embellecieron la ciudad.
Más tarde pasó a manos de los duques de Osuna, perdiendo todo el esplendor
anteriormente adquirido.
Con la abolición de los señoríos en el siglo XIX se constituye en
ayuntamiento independiente”.
Respecto a la localidad, cabe
destacar que toma especial relevancia con el dominio de los musulmanes, cuando
es fortificada y amurallada conformando un espacio urbano de notabilidad. La
conquista para los cristianos el rey Alfonso III, siendo Alfonso IV de Castilla
el que se la concede en 1309 a Fernando Ponce de León, como ya se ha referido.
El año 1367, Juan Ponce de León es ejecutado en Sevilla, por orden de Pedro I
el cruel, acusado de ser partidario de su hermanastro Enrique de Trastamara.
“Al año siguiente, Marchena y sus tierras fueron saqueadas y devastadas por el
rey Muhammed V de Granada, aliado del rey Pedro I de Castilla, que también
derribó los muros de la villa. Durante el periodo cristiano medieval (siglos
XIV y XV) se reutiliza la ciudad árabe, se renueva el caserío intramuros, se
reconstruyen las murallas, se transforma la vieja Alcazaba en un auténtico
castillo señorial y se realizan obras en el Palacio Ducal. Durante los siglos
XV y XVI los duques de Arcos embellecieron la ciudad. Más tarde pasó a manos de
los duques de Osuna, perdiendo todo el esplendor anteriormente adquirido.
La expansión exterior de los
siglos XVI y XVII parte de las puertas de Sevilla, de Morón y de Osuna, tomando
como directrices los caminos hasta colmatar la colina situada al suroeste de la
vieja ciudad murada. En la actualidad, Marchena se asienta sobre dos colinas de
similar altitud, unidas por una vaguada por la que discurre el camino de Morón.
Durante el siglo XVIII se van
ocupando las áreas de crecimiento exterior con palacios y casas de importante
valor arquitectónico. En el área intramuros se construye la plaza de Arriba, de
gran regularidad y dimensión, y donde se sitúa el viejo ayuntamiento y el
desaparecido palacio de los Duques de Arcos. Esta plaza está formada por
viviendas de cuatro plantas y se accede a ella por cuatro grandes arcos, tres
en las esquinas y uno en el centro del frente occidental. En el siglo XIX
comienza a decaer dicha plaza, desplazándose el centro cívico al entorno de la
Puerta de Morón. La vieja ciudad intramuros (el barrio de San Juan) se abandona
y degrada, potenciándose los barrios de San Miguel y San Sebastián.
A finales de esa centuria, la
construcción del ferrocarril, la mejora de las carreteras y la incipiente
industrialización permiten una recuperación económica, que será la base del
extraordinario desarrollo que se produce en la primera mitad del siglo XX. En
estos años surge el llamado Camino de la Estación, hacia el noroeste, eje
ordenador de los asentamientos residenciales de los años 60. También se
reordenan las grandes manzanas periféricas del barrio de San Sebastián y se
construyen las nuevas barriadas Juan XXIII y de la Paz. En 1960 se edifica un
nuevo Ayuntamiento, ordenándose la plaza en la que se encuentra, situada en el
ángulo sur de la ciudad murada y cerca de la vieja Puerta de Morón.
El casco histórico ha quedado
localizado en el sector norte de la población, ya que los posteriores
desarrollos urbanos se han orientado sobre todo hacia el oeste (barrio de San
Miguel), suroeste (San Agustín), sur (Santo Domingo, San Sebastián) y sureste
(San Andrés). Tal vez haya influido en ello el hecho de que la vía del
ferrocarril discurra al norte, bastante cerca de la población. En el sector
meridional, aunque algo separadas del núcleo, se localizan de forma dispersa
diversas instalaciones industriales y agroganaderas (granjas, cooperativas
agrícolas, invernaderos, fábricas de conservas, de aceitunas, de harina, etc.).
Los grandes equipamientos de carácter público (deportivos, educativos) se
ubican de manera preferente en los sectores periféricos occidental y oriental”.
Hablemos de nuestra visita:
Nuestro guía, en un recorrido
de unas tres horas, nos fue paseando por distintos lugares como son: Puerta de
Sevilla o Arco de la Rosa, Iglesia de San Juan Bautista y su colección
parroquial de Zurbarán, Casa Fábrica, Ronda de la Alcazaba, Recinto palacio Ducal
y plaza Ducal, Alcázar y Mirador de la Duquesa y, finalmente, puerta de Morón y
exposición escultórica de Lorenzo Coullaut Valera.
Quiero resaltar la visita a la
Iglesia de San juan Bautista (Es bien de Interés Cultural, desde al año 1931): “Situada en el casco histórico de la ciudad,
la iglesia debió fundarse pronto tras la conquista cristiana, quizás ligada a
la orden de San Juan en la villa, documentada desde el siglo XIII”. Es de
estilo gótico mudéjar. Tiene cinco naves, tres iniciales y dos más adosadas
posteriormente a mediados del siglo XVI. Resalta su impresionante y rico
retablo. “Este retablo se concibe como una gran representación plástica sobre
la acción salvadora del Mesías desde su Encarnación hasta su Transfiguración
gloriosa, y sobre la obra precursora de Juan el Bautista, cuya degollación es
la advocación titular del templo y culmina el programa iconográfico del
conjunto, que se completa con escudos ducales y del arzobispo fray Diego de
Leza.
El coro que hoy se conserva se realiza en el primer tercio del siglo
XVIII, y en su diseño y construcción intervienen distintos maestros como
Jerónimo Balbás, Juan de Valencia, Luis de Vilches y Felipe Fernández del
Castillo. A resaltar el facistol y los asientos labrados en madera noble, así
como la reja y dos órganos laterales en buen estado de uso”.
No podemos dejar de mencionar
la colección de 9 cuadros de Zurbarán, que “fue
entregada en 1637 y que corresponden a: Crucificado, Inmaculada, San Juan
Bautista y medio Apostolado (San Pedro, San Andrés, San Bartolomé, San Pablo,
Santiago el Mayor, y San Juan Evangelista). Posee un marcado tenebrismo y
constituye una de las series pictóricas barrocas de las que más destaca la mano
de del artista de Fuente Cantos”.
Los otros espacios visitados y
ya mencionados nos permitieron una buena imagen del pasado de Marchena, sobre
todo el Alcázar con el mirador, el recinto del palacio Ducal en plena
ruina, la Plaza Ducal, la puerta de
Sevilla y la puerta de Morón con exposición escultórica de Lorenzo Coullaut
Valera donde pudimos admirar algunas de sus obras y bocetos.
Excelente fue el servicio
prestado por nuestro guía, Rafael Diaz, y la acogida y gestión previa de la
visita de Concha Carmona que nos facilitó nuestra estancia y recorrido. La
comida en el Restaurante Rey, abundante, y la calificaremos de satisfactoria.
Tras la comida alguna que otra compra de repostería típica y vuelta a casa.
(Texto y fotos de Antonio Porras
Cabrera. En cursiva los textos copiados de internet)
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Días 28 y 31.-
Conferencia “La Novela en Castellano desde el Realismo hasta la Actualidad”.
En este caso el conferenciante
fue nuestro presidente, Ricardo Hernández Diosdado. Dada la densidad del tema y
la imposibilidad de condensarlo en una sola sesión, se ha procedido a realizar dos
conferencias o sesiones, una el día 28 y otra el día 31.
El día 28, se inicia la sesión
con la presentación del ponente por parte del coordinador de la actividad,
Antonio Porras. Tras dar lectura a un resumen de su amplia biografía resaltando
la solvencia del conferenciante, y agradecerle su presencia y participación en
el ciclo de conferencias, se le cede la palabra para la exposición del tema,
que, como ya he indicado se realizará en dos sesiones, pero que en esta reseña
se fusionan en un mismo texto por su continuidad.
Mediante el uso del
PowerPoint, se proyectan en pantalla los textos de la conferencia que el
ponente va desgranando (los textos se ofrecen, por parte del ponente, a los
interesados para remitírselos una vez concluidas las dos conferencias) y que se
ajustan al siguiente índice:
1. Introducción
2. La
novela realista.
3. Caracteres
específicos de la novela realista.
4. Otros
estilos: el naturalismo y el modernismo. Técnicas narrativas de los escritores
de estos estilos.
5. La
generación del 98.
6. La
narrativa novecentista o la generación del 14.
7. La
generación del 27.
8. La
novela de la postguerra en el interior y en el exilio.
9. De
los años 70 a la novela actual.
10. La
novela actual.
Siguiendo este orden,
desarrolla con mayor profundidad estos apartados, remarcando y ampliando
pormenorizadamente cada uno de ellos dentro de su objetivo principal que se
ajustan a: “Los diferentes marcos
históricos y las características de las diversas tendencias, estilos y
generaciones, con sus escritores más significativos”, como objetivo diana
de la conferencia.
Tras una amplia introducción
sobre el tema, alude a la novela realista, antecedentes históricos y sociales,
el marco sociopolítico, el concepto de Realismo, mencionando a los autores más
significativos. Remarca, también, el Naturalismo como una corriente derivada
del Realismo., para luego centrarse en el realismo español, el marco político, las
corrientes ideológicas que se dan en él (conservadora y progresista), pasando a la descripción de las caracteres
específicos de la novela realista.
Nos habla del Naturalismo en
España y de los autores más relevantes, para pasar luego al Modernismo y sus
características, así como de los precedentes foráneos, aludiendo a los narradores modernistas españoles y principales
autores españoles del realismo de forma personalizada y precisa en cada uno de
los casos.
Posteriormente se centra en la
generación del 98, en su génesis, autores y temáticas que la singularizan,
remarcando su ser en la búsqueda o plasmación de la verdadera esencia o alma de
España y el sentido de la vida. Para esto utilizan tres vías:
1. La
literatura.
2. La
historia.
3. El
paisaje.
Tras disertar sobre sus
características específicas y los diferentes autores que la integran, va
desgranando la biografía y obra de cada uno de ellos: Miguel de Unamuno, Azorín,
Pío Baroja, Ramón María del Valle Inclán, Ramiro de Maeztu y Ángel Ganivet
García.
Posteriormente, ya en la
segunda conferencia del día 31, se centra en “La narrativa novecentista o la
generación del 14” enfatizando su génesis y las características generales del
Novecentismo, aludiendo a los novelistas (Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala, Wenceslao
Fernández Flórez) y ensayistas (José Ortega y Gasset, Eugenio D’Ors, Manuel
Azaña, Américo Castro y Gregorio Marañón).
Sobre la Generación del 27
establece su perfil en todas sus dimensiones y numera al amplio elenco de
autores que la conforman, resaltando poetas, ensayistas, filósofos, escritores,
etc.
Dentro de la novela de la
postguerra, incluye dos dimensiones, la que se da en el interior y la del
exterior. El conflicto bélico que partió España en dos, también dividió el
mundo de la literatura llevando al exilio a los escritores afines a la
Republica, quedando en el interior los que apoyaron a los rebeldes. Ricardo
relata que “una de las trágicas consecuencias de la guerra fue la salida al
exilio de cientos de miles de personas, entre las que se encontraban algunos de
los novelistas más importantes del momento. Habría que distinguir entre los
escritores que iniciaron su carrera antes de la contienda, los que regresaron
luego y los que escribieron todo desde el exilio”.
Luego va desgranando, en el
discurrir de su ponencia, los diferentes aspectos de ambos grupos, quienes los
integran, las características de sus obras y los matices que las condicionan.
Así hace un amplio recorrido por la novelística de esta etapa, resaltando, por
ejemplo, las características de los años 40, donde dos eran las tendencias
narrativas en la España interior: el realismo tradicional y la novela
triunfalista.
Repasando a los autores del
exilio, se centra en la vida y obra de algunos de ellos, como son: Ramón José
Sender Garcés, Max Aub Mohrenwitz, José Francisco Ayala García-Duarte, Arturo
Barea Ogazón, Rosa Clotilde Chacel Arimón y Manuel Andújar Muñoz.
Respecto a la novela durante
la dictadura franquista, de los años 50, con el realismo social y crítico,
aparece un compromiso ético ante la realidad, un realismo crítico que, a pesar
de la censura, entiende que la literatura debía ser útil para cambiar el mundo;
es la novelistas de la generación del 50.
Aquí expone una amplia representación de autores de esa etapa. Así lo
hace también con los años 60 y sus mayores representantes, para resaltar más
precisamente, algunos de ellos, de los que habla sobre su biografía y obra,
como son: Juan Goytisolo, Juan Marsé, Camilo José Cela Trulock, Miguel Delibes,
Ana María Matute, Gonzalo Torrente Ballester, Juan Benet y José Luis Sampedro
Sáez como un caso más singular..
Para concluir se centra en la
novelística de los años 70 hasta la novela actual, haciendo un repaso evolutivo
a lo largo de esa época, para resaltar finalmente algunos de los escritores de
prestigio que la integran, como: Juan José Millás García, Eduardo Mendoza
Garriga, Antonio Muñoz Molina, Javier Marías Franco, Álvaro Pombo García de los
Ríos, Manuel Vázquez Montalbán, Arturo Pérez-Reverte Gutiérrez, Almudena
Grandes Hernández, José Manuel Caballero Bonald, Javier Cercas Mena, José María
Merino, Luis Mateo Díez, Julia Navarro, Rosa Montero y Soledad Puértolas.
Finalizada la exposición, tras
felicitar y dar las gracias al ponente, se procedió al coloquio, que fue
especialmente interesante, dado que cada uno de los presentes, interesados en
ello, fueron aportando sus visiones y opiniones o planteando alguna cuestión o
duda al ponente. El interés por la novelística actual quedó patente, dado el
gran número de lectores presentes con criterio sobre las obras leídas.
Se aludió a la falta de
algunos autores no mencionados que consideraba el interviniente como
importantes y se concluyó en la imposibilidad de incluirlos todos, dado el gran
número de escritores que, en nuestro país, publican en la actualidad,
mencionando especialmente las ausencias de Paco Candel, Manuel Vicent o Jordi
Sierra y Fabra, entre otros que el conferenciante, también, consideró dignos de
ser incluidos pero que la lista sería interminable para acoger a todos los
escritores españoles del momento. Tras algunas otras consideraciones y análisis
de la realidad del mundo literario español y de la docencia escolar, remarcando
el déficit existente en el conocimiento de la literatura que allí se había
expuesto, por no estar incluidos estos autores y la temática en general
desarrollada en los programas docentes.
Concluido el acto se felicitó
al ponente y, este, ofreció la posibilidad de enviar por email el PowerPoint
que había usado para la disertación a quienes lo solicitaran y dejaran su email
personal en una nota para ello.
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