Dicha sesión se vio más concurrida que en proyecciones
anteriores, y donde la película fue objeto de un interesante debate sobre la
puesta en escena, sobre los intérpretes que algunos durante años, como el caso
de Orson Welles, fue objeto de equiparación con la música de Anton Kará, y
sobre las relaciones que se desarrollan a través de los personajes.
Película donde lo visual adquiere un tinte de actuación
importante, junto al guion muy elaborado de Graham Greene.
El decorado fue objeto de estudio, por equiparársele en
muchos casos a los equívocos que la película iba desarrollando.
A diferencia de lo que viene a decirse sobre la participación
de Orson Welles en la película, sobre todo en lo referente a la escena por el
alcantarillado, él desmintió su participación como director en una entrevista
que se le hizo en los años 80, porque no quería que se le quitara el mérito a
Carol Reed, afirmando que su participación había quedado limitada a la frase
sobre el reloj de cuco y los dedos saliendo por las rejas de las alcantarillas.
Lo bueno del coloquio fue las diferentes opiniones que se
vertieron, y el hecho de que hubo una participación amplia, lo que implica la
posibilidad de que cualquiera puede tener sus criterios sobre la visión de una
película, pero sobre todo el que puedan expresarlo con plena naturalidad y
acertadamente.
Volveremos a esta interesante actividad transcurrido el verano, cuando notificaremos la planificación de la misma, y siempre bajo la experta coordinación de Carlos y sus pedagógicas explicaciones.
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