sábado, 7 de octubre de 2017

Visita Museo Ruso (27/08/17)



El pasado día 27 de septiembre, dentro del programa de actividades culturales de ASPROJUMA, visitamos el Museo Ruso. Aprovechamos para ver las dos exposiciones que actualmente se exhiben y que permanecerán ambas hasta el 4 de febrero del próximo año.

LA DINASTÍA DE LOS ROMÁNOV

El zar Nicolas II
La anual, titulada La dinastía Románov, abarca una amplia etapa de la historia rusa, desde 1613 a 1917, más de tres siglos gobernando Rusia. Esta dinastía constituyó una de las casas reales más deslumbrantes de Europa. Modernizó el zarato ruso, anclado en el medievalismo, hasta transformarlo en un vasto imperio. Durante su mandato se sucedieron 18 zares, emperadores y emperatrices. En 1613, ya que tras la muerte de Iván el Terrible en 1584 se crea un interregno cargado de inestabilidad, se funda la dinastía con el zar Miguel I y concluye, como es sabido, con la revolución rusa de 1917 y la muerte al año siguiente del último zar, Nicolás II y su familia a manos de los bolcheviques, si bien su hermano Miguel II fue zar nominal solo por un día. Resalto las figuras de Pedro I el Grande (1682–1725) y de Catalina II la Grande (1762–1796) de ascendencia alemana, y cómo no, Alejandro II (1855–1881) con el que se produce un cambio significativo a nivel social reflejado, sobre todo, con la emancipación de los siervos. Curiosamente es asesinado en atentado por una bomba, asumiendo el poder su hijo, como Alejandro III.

Entre Pedros y Catalinas se dan algunas confusiones interpretativas, veamos: Pedro I el Grande casó con Catalina I, que reinó, tras la muerte de su esposo, solo dos años. Entre ambos se dio una singular historia de amor, pues Catalina, de soltera Marta Skavronska, parece que era una campesina polaca nacida en Letonia, que empezó siendo amante de Pedro en los tiempos de la fundación de San Petersburgo, viviendo ambos en una cabaña mientras construían su palacio (hoy se conserva una reproducción en el mismo lugar donde habitaron). Sus altibajos amorosos son dignos de estudio, a la par que los cuidados que ejercía ella sobre él dadas sus crisis epilépticas. A la muerte de Pedro en 1725 asume el imperio hasta 1727. La otra Catalina, la II, llamada la Grande, también casó con otro Pedro, el III en ordinal, nieto de Pedro I y de la referida Catalina I, si bien entre ellos existen varios y varias zares, como Pedro II, Ana, Iván e Isabel. Muerto Pedro también asume el poder en circunstancias no exentas de intrigas palaciegas, etc. Era gran controladora y le hace construir un palacio a su hijo Pablo, futuro zar, no muy lejos del suyo para tenerlo controlado. Por tanto, emparejamos a Pedro I el Grande con Catalina I y Pedro III con Catalina II la Grande (por cierto, a modo de curiosidad, Pedro I el Grande medía 2,05 metros y Catalina la Grande, la mujer de su nieto, a pesar de ser alemana, medía 1,60 metros y se le imputan infinidad de amantes, algo así como a nuestra Isabel II, salvando las distancias).

Bueno, volvamos la tema, que nos vamos por los cerros de Úbeda, será porque en Rusia tenemos poca montaña y más bien está dominada por la estepa, es o sí, sin mantecados.
La exposición hace un amplio recorrido por la historia de la dinastía, sus avatares, batallas e incidencias más significativas, reflejados en una muy importante colección pictórica. Incluye más de doscientas obras ejecutadas con diversas técnicas, de diferentes formatos y géneros. Retratos solemnes, pinturas históricas y de batallas, vistas de Moscú y San Petersburgo, mobiliario, porcelanas, iconos, relojes, etc. Si la conoces aún estás a tiempo de visitarla, hasta finales de enero del próximo año, como ya he referido.
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ALEXÉI Y ANDREAS JAWLENSKY
Andreas y Katia (Alexéi Jawlensky)

Respecto a la otra exposición, dedicada a Alexéi y Andreas Jawlensky, titulada La aventura del color, que también se cerrará el 4 de febrero, he de decir que estamos en otra dimensión artística diferente.  Pero antes mencionaré que Alexéi Jawlensky nació en 1864 en Torzhok, Rusia y falleció en 1941 (a los 77 años) en Wiesbaden, Alemania. Su hijo Andreas, que hasta 1923 llevó el apellido de su madre (Nesnakomoff), nació en 1902 y falleció en 1984. La carrera del hijo no fue nada fácil y durante mucho tiempo estuvo a la sombra de su padre, aunque sus obras, muy diferentes a las paternales, se empiezan pronto a mostrar al público. Él, a diferencia del padre, se interesa más por el mundo que le rodea, la naturaleza, la gente y la vida, con predominio del color, del sol y del aire, constituyendo una interesante página del arte europeo de mediados del siglo XX.

Si bien, Alexéi, se inspiró también en la realidad, en la naturaleza, los seres humanos y sus rostros, reflejando su estado de ánimo y sentimientos, casi nunca se limitó a reproducir la realidad visible. El artista transformaba sus asociaciones y emociones, expresadas mediante el color, en imágenes en las que desaparecía toda naturalidad y surgían misteriosos espejismos pictóricos. En el último periodo de su vida, interesado en la pintura de iconos, creó un ciclo de obras inspiradas en el arte religioso.

Fue una interesante visita, organizada por ASPROJUMA para sus asociados y amigos, que nos permitió conocer en mayor profundidad las obras expuestas y que cumplen perfectamente con uno de los objetivos que la asociación tiene establecido en sus propios estatutos, además de facilitar el encuentro entre asociados y simpatizantes.

Os dejo unas fotos de algunas de las obras para vuestro deleite personal.

(Fotografía y texto de Antonio Porras Cabrera)

Alexéi y Andreas Jawlensky

 
Tarde de invierno

Fábrica

Gran variación: Tormenta

Niña de Silt


Mamá


Naturaleza muerta con mimosa

Retrato de mi mujer

Ucrania en pleno verano

Árboles junto al lago


Noche calurosa de primavera

Monte Tamaro

En el parque San Materno

Exposición Dinastía Románov

Asedio al monasterio de la Trinidad y San Sergio

Elección de Mijail Fiodorovich Románoz como zar

Grito de batalla

El zar Alejo I de Rusia

Domingo de ramos en Moscú en tiempos de Alejo I

Despedida de soltera

Muchacha rusa 

La zarina Natalia con el zarevich Pedro

Pedro el Grande de niño salvado por su madre de la ira de los arcabuceros

Retrato de Pedro I el Grande

Retrato de la emperatriz Catalina I

Batalla naval

El juicio de Pugachov

Retrato del emperador Pablo I

Sobre el sillón: Nicolás I, María Fiodorovna y Alejandro I

La hazaña de los granaderos en la batalla de Leipzig 1813 

Retrato del emperador Pablo I

Retrato de Catalina II la Grande

Expedición de Ajal-Teke de 1881

Retrato de Alejandro III

Guardia roja en el Palacio de Invierno

Serie "Pueblos rusos"

Retrato emperatriz María Fiodorovna

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