El pasado mes de marzo, la Semana
Santa nos diezmó el tiempo. Nuestras actividades las debimos realizar antes del
23, dejando el resto del mes libre por vacaciones. En relatos anteriores dejé constancia
de nuestra interesante visita al Cementerio de San Miguel el día 7, de la conferencia
impartida por el profesor Santos Guerra el día 9 y de la celebración de nuestra
10ª sesión del aula de poesía el día 12.
Hoy quiero reflejar los otros dos
actos que tuvieron lugar el mes pasado: La 10ª sesión del Cine Fórum, donde se
proyectó la película Chicago y la 6ª sesión del Libro Fórum, con la
presentación de la novela de Miguel Delibes, El hereje, a cargo de nuestro
presidente, Ricardo Hernández Diosdado.
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10ª SESIÓN DE CINE FÓRUM:
Celebrada el 22 de marzo.
Película: Chicago
La película fue presentada
magistralmente, como viene siendo habitual, por nuestro amigo Carlos Guillermo
Navarro. El debate, siempre interesante, contrastó diversas opiniones y análisis
de la película en toda su extensión y facetas (argumento, imagen y sonido,
montaje, etc.)
Pero, para una mejor información,
transcribo la cualificada reseña que su presentador (Carlos G. Navarro) hizo de
ella:
DIRECTOR: Rob Marshall
GUIÓN: Bill Condon, basada en la
obra Gypsy de Maurine Watkins y en el musical de teatro de 1974 de Fred Ebb,
Bob Fosse y John Kander
MÚSICA: John Kander
FOTOGRAFÍA: Dion Beebe
AÑO: 2002
INTERPRETES: Renée Zellweger,
Catherine Zeta-Jones, Richard Gere, Queen Latifah, John C. Reilly
El musical fue un género
exclusivamente norteamericano debido a su elevado coste. Y fue a partir de la
aparición del sonoro con “El cantor de Jazz”, cuando implantó en los años
treinta un mundo de ficción para chicas que querían la gloria a través del
cante y del baile con Busby Berkeley.
Pero cuando el musical alcanza su
hegemonía es en los años cincuenta, donde el comité de actividades
norteamericana imponía su ley y su moral; de aquí, que esa sucesión de
películas que marcaron un género durante ese decenio, estaban marcadas por el
sentido de “la alegría de vivir”, sin más complicaciones. Sin embargo, se
caracterizó por ser uno de los géneros más importantes en aquella década con
películas inolvidables. Y en esta época fue también cuando se sacó el musical a
la calle, aunque se realizara en estudio.
Para simplificar la evolución del
musical en esta nota informativa, fue West Side Story la que rompe la tradición
del musical, por dos motivos fundamentales, porque casi toda la película es
cantada y bailada, estableciendo una unidad básica entre narración y música, y
porque se desarrolla, además de los amores fronterizos que cuenta, en un drama
que preside su historia.
Después se intentó un tipo de
películas sensibleras, que no permitieron continuar la escuela de los grandes
maestros, como fueron, Gene Kelly, Stanley Donnen o Vicente Minnelli, entre
otros, que aunque con historias empalagosas, crearon una forma de visionar el
musical muy diferente.
Fueron, no obstante, “Cabaret” y
“Empieza el espectáculo” de Bob Fosse, las que, sin ser películas musicales en
su integridad, porque la narración contaba más que el aspecto musical, se
auparon como “musicales” memorables.
Bob Fosse fue quien inicia la
adaptación musical teatral de Chicago en 1974, pero ya tenía en su cabeza hacer
la película con la colaboración de los nombrados en la ficha con que hemos
iniciado esta nota. Pero la muerte de Fosse en 1998, hace que sigan los demás
el proyecto, y la película se estrena en 2002.
En “Chicago” se unifica sin
fisuras la narración con el cante, la música y el baile, llegando a una
simbiosis tan unitaria que se busca la complicidad de la propia protagonista,
que desdobla su mente para intercalar los números musicales, o como ocurre en
otros momentos, se acentúa el contraste entre la narración y la música,
superponiendo una y otra. Alcanzando un nivel tan elevado de planificación, que
nos encontramos ante el musical total, donde se engrandece el guion, la música,
los gestos, el sonido y los propios actores.
El sistema carcelario, el dinero
en una sociedad corrompida (baste la observación de mama Morton cuando le dice
a Roxi Hart, ¿qué vas a legar?, y esta dice: la verdad. Chica entonces irás
directamente al patíbulo), el sistema judicial puesto en entredicho, el aplauso
para la pena de muerte, los perdedores emigrantes, el manejo a los periodistas
sensacionalistas, la opinión pública, elemento vital para influir en el
veredicto, todo se funde de tal manera en el film, que a veces recogemos los
datos sin darnos cuenta de cuál ha sido el punto que Rob Marshall ha elegido
para ello.
La frase que expondría Luis Bonet
Mogica de que “es una soberbia muestra de cine musical, que incluso puede
apasionar a quienes no sean especialmente proclives al género”, nos muestra la
modernidad de este musical, que supera los resortes del más exigente.
Su nominación a 13 estatuillas, y
los 6 Oscar que obtuvo, nos da pie para pensar, como ocurrió con “Eva al
desnudo” con sus 14 nominaciones, que a veces la calidad de una película
coincide con los Oscar obtenidos
Por ahora, punto y final a una de
las más preciadas películas musicales de todos los tiempos.
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6ª SESIÓN DE LIBRO FÓRUM:
Presentó Ricardo Hernández
Diosdado la novela de Miguel Delibes, El Hereje, de la que transcribo esta
brevísima reseña de presentación aconsejando, para aquellos que no la hayan
leído aún, dedique un poco de su ocio a su lectura.
Pero antes, resalto la ejemplar
exposición de la vida y obra de Delibes por parte del ponente. Ricardo dio una
amplia visión de su obra, realzando sus novelas más significativas, aludiendo a
las que fueron llevadas al cine, como Los santos inocentes, Las ratas, etc. para
después desgranar la novela El hereje, presentada para el debate, dado que se
suponía ya había sido leída por los presentes.
La reseña mencionada dice: “Cipriano
Salcedo, vallisoletano y próspero comerciante, se puso en contacto con las
corrientes protestantes que, de manera clandestina, empezaban a introducirse en
España en el siglo XVI, en especial en su zona. Pero la difusión de tal
movimiento fue progresivamente perseguido por el Santo Oficio. A través de las
peripecias vitales y espirituales de Cipriano, Delibes traza con gran maestría
un vivísimo retrato del Valladolid de la época de Carlos V, de sus gentes, sus
costumbres y sus paisajes, así como de la actuación final de la Inquisición. Es
sobre todo, esta, una historia de hombres y mujeres en lucha consigo mismos y
con el mundo que les tocó vivir; una novela inolvidable sobre las pasiones
humanas y los resortes que las mueven. Y es, ante todo, una indagación en las relaciones
humanas en toda su complejidad; un canto apasionado a la tolerancia y la
libertad de conciencia, que pueden ser objeto de un animado y fructífero debate”.
Enmarcada, prácticamente, en la
primera mitad del siglo XVI, transita por el Valladolid de la época cuando se
estaba produciendo en Europa uno de sus cambios más importantes. Una nueva
clase afloraba con la burguesía emprendedora, que sería la semilla del actual
sistema capitalista. Por otro lado, de la mano de Lutero, surge la reforma y
los conflictos de la fe, hasta la segregación de parte de la iglesia católica.
El cuestionamiento de la existencia del purgatorio, la desobediencia al papado,
la no necesidad de la confesión y reparación penitente de los pecados, dado que
Cristo ya sufrió por nosotros, etc. produjo una controversia que llevó a la Iglesia
papal a declarar herejía ese credo, condenando a la hoguera a sus acólitos a
modo de escarmiento, en autos de fe públicos. En ese contexto y al amparo de
los autos de fe realizados en Valladolid el 21 de mayo de 1559, donde fueron
sometidos a la purificación del fuego significativos defensores del luteranismo,
desarrolla Delibes su novela, introduciendo personajes reales como el Dr.
Cazalla y su madre entre otros.
Curiosamente, la ciudad de
Valladolid, dado el renombre y trascendencia de la obra de Delibes, ha
establecido una ruta turística por los lugares donde se desarrolla la novela, la
que tuve el placer de recorrer recientemente en mi visita a la ciudad.
Para mayor información sobre los
hechos del auto de fe referido podéis recurrir a los enlaces que coloco a
continuación: Sucedió,
autos de fe; y autos
de fe 1959.
En todo caso, insisto, vale la
pena dedicar un tiempo a su lectura, que recomiendo.
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