¡Y tenía corazón! Enrique Simonet. |
Dentro
de nuestro programa de visitas a museos de la ciudad, esta mañana, día 5 de
abril, hemos acudido al nuevo Museo de Málaga, sito en el palacio de la antigua
Aduana. Como sabéis, tras largo tiempo y lucha reivindicativa, hemos conseguido
la apertura de este doble museo, pues comprende una parte dedicada a Bellas
Artes (básicamente pintura) y otra de contenido arqueológico, con importantes
restos y testimonios de las diferente civilizaciones que fueron dejando su
impronta en nuestra provincia.
El Museo de Málaga es,
por tanto, un centro expositivo que da cabida a las colecciones de dos
instituciones museísticas malacitanas, el Museo de Bellas Artes de Málaga y
el Museo Arqueológico Provincial de Málaga, contando con más de
15.000 referencias en arqueología y una amplia colección pictórica de 2.000
obras producidas entre los siglos XIX y XX. Es el quinto museo más grande de
España y el mayor de Andalucía.
El edificio sede
construido en el siglo XVIII, el ya referido Palacio de la Aduana, integra
por primera vez en la historia estas destacadas colecciones, que permanecieron
almacenadas sin centro expositivo durante casi 20 años, desde 1997 hasta la
apertura de este centro, el 12 de diciembre de 2016. Entró en la lista de las
entidades culturales más valoradas de España de 2016 cuando apenas
llevaba abierto dos semanas. Por tanto, para un mejor conocimiento de las obras
y restos arqueológicos expuestos, hemos decidido realizar dos visitas, esta a
la sección de Bellas Artes y otra a la Arqueológica, que tendrá lugar el próximo
mes.
Respecto a la sección de Bellas Artes (algo de
historia):
La creación del museo provincial de Bellas Artes de
Málaga fue una vieja iniciativa de los académicos de la Real Academia de
Bellas Artes de San Telmo promovida desde 1866, que después de muchos
intentos y tras constituirse el Patronato del Museo el 3 de
febrero de 1915, fue inaugurado el 17 de agosto de 1916 en
unos salones de una casa de la malagueña calle del Císter esquina con
Calle Pedro de Toledo. En 1920 el citado edificio fue vendido a la Institución
Teresiana, y ante el riesgo de quedar sin local para la instalación, el
Patronato del Museo decidió que fuera instalado en el propio edificio de
la Academia y en sus salones.
Tras años en la búsqueda de un ubicación definitiva,
su nueva sede sería inaugurada el 28 de abril de 1961, en el palacio
de los Condes de Buenavista, con lo que se veía definitivamente cumplida la
añeja aspiración de la Academia de Bellas Artes de San Telmo de que Málaga
llegara a tener un Museo de Bellas Artes digno y en un entorno adecuado.
Dicha sede fue cerrada al público en 1997 ya
que el palacio de los Condes de Buenavista había sido elegido por los
responsables de Cultura de la Junta de Andalucía como sede del museo
Picasso Málaga. Como ya se ha referido, el 12 de diciembre de 2016, se inaugura
el nuevo museo que acabamos de visitar.
En su conjunto, el museo de Málaga cuenta con 2.000
obras en su sección de Bellas Artes, que incluye lienzos y esculturas de viejos
maestros de la talla de Luis de Morales, Luca Giordano, Murillo, Antonio
del Castillo, Alonso Cano, Ribera, Vicente Carducho, Goya, Pedro
de Mena o Zurbarán.
La institución custodia la que es considerada una de
las mayores colecciones de pintura del siglo XIX en España,
estando representados pintores como Sorolla, Carlos de Haes, Federico
Madrazo, Esquivel, Vicente López Portaña o Ramón Casas, así
como varios de los más célebres integrantes de la denominada Escuela
Malagueña de Pintura: Moreno Carbonero, Enrique Simonet (destacando
su cuadro ¡Y tenía corazón!), Muñoz Degrain, José
Nogales o Bernardo Ferrándiz, mientras que en el panorama internacional
cuenta con obras de León Bonnat o del vanguardista alemán Franz
Marc.
Además posee una interesante colección de arte
moderno español hasta la década de 1950 con obras de Picasso, José
Moreno Villa, Rafael Canogar, Juan Barjola, Óscar Domínguez o Josep
Guinovart, entre otros; y un pequeño espacio dedicado a la transformación de
los dos museos hasta el unificado actual, con videos explicativos de dicho
proceso, como la manifestación llevaba a cabo por la sociedad malagueña en 1997
como reclamo para la apertura del museo.
Evidentemente, ante tamaña exposición, es imposible
que en una sola visita se pueda conocer su contenido, al menos, de una forma
significativa, por lo que se aconseja más de una, cuestión que dejamos a
gusto del lector. Nuestro principal objetivo ha sido tener una primera
impresión del conjunto para poder volver, si se prefiere, al detalle en visitas
personales y particulares posteriores.
Finalmente, resaltar el impresionante conjunto que
integran edificio y contenido, que dejan una sensación plena de monumentalidad
en su arquitectura y de riqueza artística en su exposición. Desde aquí nuestro
agradecimiento al grupo que nos acompañó, tanto asociados de ASPROJUMA como
amigos y amigas, con quienes pudimos compartir una muy interesante mañana
cargada de arte esplendoroso que, por “arte de magia”, facilitó nuestro
encuentro y amistad.
Dejamos, como testimonio de la visita, algunas fotos.
(Texto y fotografía de Antonio Porras Cabrera, Vicepresidente de ASPROJUMA)
(Texto y fotografía de Antonio Porras Cabrera, Vicepresidente de ASPROJUMA)
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